Las historias de vida en la investigación sobre la gestión: una guía introductoria desde el rol organizacional
Life Stories in Management Research: An Introductory Guide from the Organizational Role
Jorge Mendoza-Woodman
Pontificia Universidad Católica del Perú
jmendozaw@pucp.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-8474-2367
https://doi.org/10.18800/360gestion.202308.013
RCG. 20230813
Fecha de recepción: 7 de noviembre de 2023
Fecha de aceptación: 23 de noviembre de 2023
Fecha de publicación: 25 de noviembre de 2023
El presente artículo ofrece una guía centrada en la adopción de un enfoque constructivista para analizar la gestión de organizaciones mediante el uso del análisis narrativo y las historias de vida. Asimismo, destaca la relevancia de las vivencias personales y del rol organizacional como fuentes de conocimiento, brinda un método sistemático para la recopilación de datos a través de narraciones compartidas y presenta diversas alternativas para la interpretación rigurosa de estos datos. El objetivo primordial es fomentar la generación de nuevo conocimiento a partir de las experiencias y los relatos de aquellos individuos involucrados en la gestión de la organización, lo que permite enriquecer significativamente la comprensión de estos fenómenos y aportar enfoques novedosos al campo de investigación.
Palabras clave: historias de vida, metodología, investigación cualitativa, investigación en negocios, roles organizacionales
This article provides a guide that focuses on adopting a constructivist approach to analyze organizational management through the use of narrative analysis and life stories. It also highlights the relevance of personal experiences and the organizational role as sources of knowledge, provides a systematic method for data collection through shared narratives and presents various alternatives for rigorous data interpretation. The primary objective is to encourage the generation of new knowledge from the experiences and narratives of those individuals involved in the management of the organization. This significantly enriches the understanding of these phenomena and contributes novel approaches to the field of research.
Keywords: life stories, methodology, qualitative research, business research, organizational roles
1. Introducción
Las investigaciones sobre la gestión en las organizaciones se enfocan en un amplio rango de aspectos que abarcan la vida social, la producción y la distribución, comprendiendo desde bienes tangibles hasta la gestión de las emociones y relaciones humanas. Estas se centran en analizar y comprender cómo se lleva a cabo la coordinación y regulación de actividades dentro de diversas estructuras sociales, como emprendimientos, corporaciones e instituciones públicas, entre otras (Thorpe & Holt, 2008).
Por otro lado, y tomando en cuenta al investigador, el reto al diseñar su investigación tiene que ver con las opciones y decisiones en relación con su postura filosófica acerca del fenómeno, qué tan constructivista o positivista es su enfoque, y cómo puede juzgarse la calidad del diseño a utilizar (Easterby-Smith et al., 2015). Aunque los estudios en la gestión de organizaciones pueden abordarse desde distintas posturas —desde realizar experimentos con grupos de control hasta la investigación-acción— sin afectar la calidad del diseño, para lograr esto es necesario que la investigación tenga un propósito claro, que la información buscada sea recopilada de una manera sistemática y que la interpretación que se haga de los datos recopilados sea también realizada sistemáticamente, siguiendo relaciones lógicas que se puedan sustentar y argumentar (Saunders et al., 2019).
Tomando en cuentas estos lineamientos, este artículo desarrolla la importancia del acercamiento de manera constructivista al estudio sobre la gestión de organizaciones a través del análisis narrativo y las historias de vida a partir de: a) mostrar la importancia de las experiencias personales como fuente de acceso al conocimiento, b) destacar la importancia del rol organizacional como fuente de información, c) presentar una manera sistemática para recoger los datos en las narraciones compartidas, y d) ofrecer diferentes opciones para interpretar sistemáticamente dichos datos y generar nuevo conocimiento como resultado de este.
2. El significado de la experiencia y el análisis narrativo
Para poder estudiar la conducta humana es necesario entender la experiencia humana, es decir, qué significa ser parte de algo significativo para la persona y cómo y por qué esta significancia se desarrolla. Al buscar responder la pregunta «¿Y qué significa esta experiencia?» lo que estamos queriendo hacer es tratar de comprender, a partir de las memorias que forman la identidad de la persona, cómo determinados elementos se conectan con otros a través de ciertas relaciones, cómo estas relaciones contribuyen a darle sentido a una situación o evento, y cómo todo esto termina dando forma al significado buscado (Polkinghorne, 1988; Singer et al., 2013).
El siguiente párrafo es un ejemplo de ello. Muestra un evento crítico (el fallecimiento de la madre), narrado por una sucesora en una empresa familiar, que afectó al negocio y a la familia, y cómo esto se relacionó con su deseo de participar activamente en la organización:
Después de lo sucedido con mi mamá y todas las circunstancias que rodearon esa situación, parecía que mi papá estaba afectando negativamente el negocio. La empresa estaba experimentando un declive debido a factores emocionales. Sin embargo, decidí acercarme a él y trabajar juntos, motivada en gran medida porque él ha sido fundamental en mi educación y ha impulsado mi carrera. Aunque en un principio tenía el deseo de establecer mi propio negocio, independientemente de mi padre, el aspecto emocional tuvo un impacto significativo en mi decisión final.
De acuerdo con Polkinghorne (1988), el significado de la experiencia no puede ser observado directamente debido a que, al ser una creación mental personal, no hay forma de tener un acceso directo al mismo, pero sí es posible observar las historias y narraciones que surgen de dicho proceso mental. Tomando como ejemplo lo narrado por la sucesora, no es posible investigar directamente lo que significó personalmente para ella dicho suceso crítico, pero podemos identificar ciertos elementos y relaciones (el padre, el negocio, las emociones, el compromiso, la renuncia, etc.), y, con todo esto, desarrollar y atribuir un significado al evento mismo. Es decir, podemos estudiar la conducta de la sucesora a través de la narrativa ofrecida gracias a que nos permite estructurar su experiencia a partir de los elementos y las relaciones que dan forma a los eventos significativos, los mismos que sucedieron en un periodo de tiempo determinado.
¿Pero en qué medida un evento significativo está representando la realidad? ¿No son los hechos reales los que «deben hablar» por sí mismos? ¿Cómo se explora esta aparente separación entre la realidad (los hechos objetivos, lo que es) y la narración (las historias que se cuentan de estos hechos)? En el análisis narrativo, los hechos y eventos que han ocurrido suelen ser manejados a través de anales (listas ordenadas cronológicamente de hechos históricos) o crónicas (historias sin una conclusión o resolución), mientras que la narración siempre presenta una historia con un inicio, un desarrollo y un final, los cuales son contados por un narrador omnipresente. Esta separación permite asignar un valor central a la interpretación de lo contado en un contexto social, histórico y cultural en particular (Mäkelä & Meretoja, 2022; White, 1980). Por otro lado, las experiencias personales contadas en una narración son reconstrucciones que representan eventos que las personas traen desde su memoria y que describen hechos particulares contados según ciertas necesidades, por lo que el análisis narrativo prioriza el entender cómo estas narraciones ocurren, cómo se vinculan con esas necesidades y cómo se relacionan con otros conceptos y temas relevantes para una investigación (Adler et al., 2017).
La discusión acerca de si lo narrado responde a algo real o a algo deseado/imaginado se resuelve, justamente, a través de darle a esta narración un significado. Es decir, en una historia contada se aprecia una trama que inicia y se termina, la cual no se puede experimentar, pero sí puede ser imaginada por el que la escucha, y que es construida a partir del deseo del narrador de mostrar una imagen integral, coherente y plena de la experiencia surgida de estos eventos significativos, los cuales fueron lo suficientemente valiosos para ser identificados, anotados y puestos en un orden que permitiera su cuestionamiento y posterior verificación, de existir al menos 2 narraciones de los mismos (White, 1980). La narrativa tiene la capacidad para captar y transmitir lo que se siente ser una persona en particular que experimenta y vive una situación concreta, y aquello puede manifestarse en distintos campos y espacios públicos, que van desde lo político y económico hasta las redes sociales (Mäkelä & Meretoja, 2022).
Esta narrativa está presente en todas las prácticas sociales y científicas, y es una forma de acceder al conocimiento, dado que permite que se puedan trabajar múltiples interpretaciones de un grupo de eventos para explicar las acciones y conductas de las personas involucradas, haciendo necesario que se tenga que negociar y renegociar sus significados a través de la distinción de qué historias cuentan mejor que otras estos eventos, o cuáles ofrecen una mejor explicación de los mismos (Czarniawska, 2004; McAdams, 2008).
Es así como el análisis narrativo se relaciona con la investigación, partiendo de 3 principios básicos: a) que los seres humanos organizan sus experiencias vividas en el mundo a través de historias o narrativas; b) que lo que se cuenta en estas historias depende de las experiencias pasadas y presentes de los narradores y de sus valores, de los involucrados en dichas historias, y de cuándo y dónde se cuentan; y c) de la existencia de múltiples voces que se dan en estas narrativas, influenciadas por los marcos culturales, históricos e institucionales, las cuales conectan a los individuos con su contexto social (Moen, 2008).
3. Las historias de vida
Dentro del uso de la narrativa como instrumento para la investigación en las ciencias sociales, las historias de vida permiten al investigador entender la compleja relación entre la persona y la sociedad de la que forma parte a partir de las experiencias narradas y de los valores, conocimientos, percepciones, aprendizajes, conductas, etc., como resultado de dichas experiencias, las mismas que les resultan relevantes e importantes de destacar en una situación y un periodo de tiempo en particular (Bertaux & Kohli, 2008).
Desde ese punto de vista, las historias de vida pueden abarcar diferentes formas y acercamientos en la búsqueda de dicho entendimiento, pudiendo ser biográficas o autobiográficas, revisiones y recopilaciones de historias orales narradas, o análisis de documentos históricos, diarios, cartas personales e incluso productos artísticos, visuales y digitales, por lo que distintos investigadores que las han utilizado como herramientas las han identificado y definido según sus propósitos y fines, siendo los siguientes algunos ejemplos de estos.
Tabla 1. Definiciones y usos de las historias de vida
Autor |
Comentarios |
Ken Plummer |
«Lo bueno de las investigaciones usando historias de la vida es que siempre tienen un enfoque en el cambio histórico, moviéndose entre la historia biográfica cambiante de la persona y la historia social de su vida. Invariablemente, la recopilación de una historia de vida implicará que el sujeto se mueva hacia y desde el desarrollo de su propio ciclo de vida y las formas en que las crisis y situaciones externas han influido en ello». |
Robert Atkinson |
«En la historia de la vida de cada persona se reflejan las historias de vida de otros. De alguna manera misteriosa y asombrosa, nuestras historias y nuestras vidas están atadas juntas. La historia de una vida nos da el beneficio de ver cómo una persona experimenta y entiende la vida a través del tiempo. Al contar la historia de nuestra vida, obtenemos nuevos conocimientos sobre los dilemas humanos, las luchas y los triunfos humanos, a la vez que adquirimos una mayor apreciación de cómo se adquieren, moldean y mantienen los valores y creencias. De esta manera, la historia de una persona puede convertirse en la historia de todos nosotros». |
Barbara Harrison |
«El uso de historias de vida en la investigación en ciencias sociales toma como punto de partida que la narración de historias y la autopresentación es algo que siempre ocurre en las prácticas sociales cotidianas [...] esto ha llevado a los investigadores a considerar la forma en que la experiencia está organizada narrativa y dialógicamente. Teóricamente, un enfoque en la agencia de los individuos ha sido importante para estos investigadores, pero este no ha excluido necesariamente las características contextuales […] se ha visto anteriormente que las raíces de la historia oral conservan una preocupación por los contextos históricos y sociales, al mismo tiempo que proporcionan un correctivo a un enfoque más tradicional sobre las estructuras, instituciones y procesos a nivel social y global». |
Molly Andrews |
«Las historias son un medio fundamental de comunicación entre las personas; a través de la escucha y el relato de historias aprendemos sobre los demás igual que ellos aprenden sobre nosotros. A medida que contamos historias sobre nosotros mismos, las experiencias de nuestras vidas adquieren cierta coherencia [...] Las narrativas personales se construyen dentro de un contexto social más amplio; tanto se reproducen como son producidas por las meta-narrativas culturales dominantes. Mientras que los guiones por los que viven los individuos pueden resistir o conformarse a estos “guiones maestros institucionalizados”, siempre estarán influenciados por ellos». |
Dan P. McAdams |
«Las historias que construimos para dar sentido a nuestras vidas se refieren fundamentalmente a nuestra lucha por reconciliar lo que imaginamos que fuimos, somos y podríamos ser en nuestras mentes y cuerpos, con quienes fuimos, somos y podríamos ser en contextos sociales como la familia, la comunidad, el lugar de trabajo, la etnia, la religión, el género, la clase social y la cultura en general. El yo llega a un acuerdo con la sociedad a través de esta identidad narrativa». |
Annette Kuhn |
«Contar historias sobre nuestro pasado, nuestro pasado, es un momento clave en la construcción de nosotros mismos. En la medida en que la memoria proporciona la materia prima, estas narrativas de la identidad se conforman tanto por lo que se deja fuera del relato —ya sea olvidado o reprimido— como por lo que se cuenta». |
Fuentes: Andrews (2000, p. 77), Atkinson (1995, p. 4), Harrison (2008, p. xxxi), Kuhn (1995, p. 2), McAdams (2008, p. 242) y Plummer (2001, p. 39).
De acuerdo con lo mencionado en estas definiciones y usos, para que existan las historias de vida es necesario que estén presentes ciertos elementos como narradores, contexto, observadores, comunidades, deseos y expectativas, memorias, culturas y creencias, relatos, prácticas, crisis y ciclos, etc. Sobre ellos, Ken Plummer (2001) desarrolló un esquema que permite apreciar que las historias de vida siempre son construidas socialmente y que son resultado de un flujo constante entre a) narradores, b) quienes las interpretan, c) las historias y d) el contexto en el cual son contadas, donde cada uno de estos elementos afecta e influencia a los otros.
Figura 1. Elementos en las historias de vida
Fuente: Plummer (2001).
De igual manera, Plummer (2001) categoriza 2 tipos de relatos dentro de la variedad de historias de vida utilizadas que están relacionados con el propósito de estas. De acuerdo con su análisis, existen las historias de vida «largas», usualmente recopiladas por el investigador durante extensos periodos de tiempo a través de diarios, grabaciones y diversas entrevistas con el narrador, complementadas además con revisiones de cartas, diarios, análisis de medios visuales y entrevistas con la familia, los amigos y personas relacionadas directa o indirectamente con este, y donde lo que importa para el investigador es construir una visión de la vida de la persona lo más objetiva posible. También existen las historias de vida «cortas», que suelen ser resultado de entrevistas a profundidad de no más de 3 horas y realizadas con un foco más específico en una parte de la vida de la persona que en su totalidad.
En relación con su propósito, existen historias de vida que buscan dar una imagen lo más comprensiva y holística posible de la vida de la persona con el objetivo de capturar la esencia de su desarrollo, de lo que ocurrió para que este único ser humano se convierta en lo que es o fue, y las historias que exploran un tópico específico dentro de la vida del individuo con el objetivo de entender y echar luz sobre un tema en particular de interés del investigador (Plummer, 2001). Los resultados o productos de estas historias de vida terminan siendo, por ejemplo, textos, fuentes, resúmenes de vida, dibujos y diagramas, collages visuales, y/o grabaciones de audio y video, no siendo necesario llegar a obtener todos estos resultados de una forma sistemática, dado que el proceso mismo de recolección de data es dinámico (McKeown et al., 2006).
4. Las historias en la investigación sobre la gestión de organizaciones
De acuerdo con Karl Weick (1979, 1995), las organizaciones son construidas y reconstruidas por sus actores a través de sus acciones y de las interpretaciones de sus acciones, en una continua búsqueda de sentido (sensemaking) a las situaciones en las que se encuentran y sobre las cuales ya tienen ideas y creencias previas. Para Weick (1979), «las organizaciones mantienen a las personas ocupadas, a veces las entretienen, les brindan una variedad de experiencias, las mantienen fuera de las calles, les proveen de pretextos para contar historias, y les permiten socializar» (p. 264). Siguiendo esa línea de pensamiento, Barbara Czarniawska (2004) plantea que las narraciones en las organizaciones no solo son una forma básica de vida social, sino que además son una forma de comunicación y de acceso al conocimiento, y que reducir las acciones de las personas a simples hechos o conductas descritas de una forma mecánica y sin significado haría del mundo un lugar indescifrable, puesto que es imposible entender la conducta humana si se ignoran las intenciones y el contexto que les da sentido.
Partiendo de estas visiones acerca de la narrativa en las organizaciones, se tendría entonces que tanto las historias que se cuentan como el acto mismo de contar historias (storytelling) permiten al investigador entender y tener acceso a los hechos, las conductas y los significados de aquello que pasó, está pasando y se espera que ocurra en la organización, y que además les da sentido y significado a sus miembros. De acuerdo con Boyce (1996), esto es posible porque, desde un punto de vista constructivista, las historias en una organización generan compromiso en los nuevos miembros, dado que su familiaridad muestra el grado de adaptación de la persona, y son útiles para la construcción social debido a que sus significados se desarrollan tanto a nivel consciente como inconsciente.
Asimismo, el análisis narrativo y las historias de vida permiten ampliar la naturaleza de lo empírico en la recolección de información con entrevistas, observaciones y encuestas, añadiendo a estas el cómo se presentan las dinámicas sociales, qué roles fueron asumidos y cuáles emergieron, y el lenguaje y el material simbólico utilizados, así como su relación con las estructuras y los procesos organizacionales y el contexto del cual forman parte (Dawson & Hjorth, 2012).
Es así como diferentes investigaciones han utilizado las historias como una manera diferente de investigar y entender los fenómenos y procesos organizacionales, reemplazando el manejo instrumental tradicional por una visión narrativa y simbólica de la vida organizacional en diversos campos de aplicación de la gestión como el emprendimiento (Gartner, 2007; Johansson, 2004b; Larty & Hamilton, 2011), las empresas familiares (Hamilton et al., 2017; Johansson et al., 2014; Smith, 2014; Solomon et al., 2011), la estrategia (Gao et al., 2017) y la consultoría (Johansson, 2004a). Entre esas iniciativas destaca el proyecto Creating Emerging Markets de la Harvard Business School (2017), que realizó entrevistas a 110 líderes de negocios de 21 países que permiten apreciar las visiones de vida de estos personajes sobre diferentes tópicos relacionados con sus organizaciones y los negocios.
5. Los roles organizacionales y sus historias de vida
En su trabajo seminal, Katz y Khan (1978) propusieron el concepto del rol como el principal medio para vincular los niveles individuales y organizativos en las investigaciones sobre organizaciones. De acuerdo con ellos, el rol organizacional se construye a partir de 3 momentos: a) las expectativas y los requerimientos que tiene un grupo de personas sobre las acciones de un persona con un rol en particular, de tal manera que estas puedan desempeñar sus roles a su satisfacción; b) las percepciones y creencias que tiene esta persona sobre las expectativas que recibe acerca de dicho rol; y c) las acciones y los comportamientos que dicha persona en particular actúa en dicho rol, los cuales muestran un grado de cumplimiento e incumplimiento con las expectativas. Estos requerimientos, expectativas y acciones funcionales permiten interpretar a una organización como el resultado acumulado de los roles que cada persona tiene en la misma.
Por otro lado, las personas tienen agencia en la aceptación o no de las expectativas acerca de sus roles. En ese caso, ¿cómo asumen las personas dicho rol? Según Reed (2006), esto ocurre cuando la persona logra identificar primero la finalidad del sistema social del cual forma parte, luego relaciona sus propios deseos y anhelos con dicho fin, y finalmente escoge sus acciones acorde con su mejor manera de contribuir con ese logro, con lo cual se convierte en la persona-en-rol.
Es así entonces que el rol termina siendo el medio que permite vincular la exploración de las conductas personales con las tareas y actividades de la organización como un todo, pudiendo con esto ser fuente de información para analizar e investigar situaciones, conflictos y decisiones que se desarrollan cuando la persona asume un mismo rol en diferentes sistemas o diferentes roles en un mismo sistema (Ashforth et al., 2000; Roberts, 2019).
Figura 2. Persona, rol y organización
Fuente: elaboración propia.
La idea del rol organizacional que se muestra en la figura 2 permite desarrollar varias preguntas relevantes para investigaciones sobre la vida en la organización como: ¿qué demandas y expectativas se tiene en la organización sobre el rol?, ¿cómo las estructuras y dinámicas organizacionales influencian dichas expectativas?, y ¿cómo esto se relaciona con el desempeño organizacional? En la dimensión personal, podemos preguntar: ¿cómo el rol afecta los pensamientos y las emociones de la persona?, y ¿qué habilidades y competencias se vinculan con el desarrollo del rol?, e incluso responder cómo la persona da forma al rol.
Las posibilidades para explorar diversos fenómenos organizacionales a partir de la historia de vida de la persona-en-rol son amplias y diversas. Por ejemplo, Chapman y Long (2009) exploraron las dinámicas de poder en la organización a partir de la historia del rol del fundador vista desde su personalidad y sus patrones de comportamiento, su relación con la estructura de la organización, las expectativas y percepciones del rol en los miembros de la organización, y la manera como las tareas y actividades funcionales se relacionaron con otros roles organizacionales en el tiempo. Shamir et al. (2005), por su parte, utilizaron las historias de vida de un grupo de ejecutivos a cargo de empresas de tecnología para explorar cómo se desarrollaron sus roles de líderes, los procesos que influenciaron dicho desarrollo, y las circunstancias y situaciones personales y organizacionales involucradas.
De la misma manera, Fletcher (2007) exploró cómo, desde sus roles de emprendedores, estos individuos construyen historias de vida acerca de sus aventuras empresariales, facilitando el significado de la creación de nuevos negocios y permitiendo que el «espíritu empresarial» continúe en la sociedad, extendiéndose hacia otras personas. Desde otra perspectiva, Mendoza (2022) utilizó las historias de vida de un grupo de sucesores en la empresa familiar para explorar cómo se dio forma en el tiempo a dicho rol, qué cambios ocurrieron, cómo afectaron al miembro de la familia que lo asumió, cómo el negocio familiar influyó en la construcción del rol y qué acciones se realizaron en la organización para que el rol de sucesor se desarrollara.
Es así entonces que, en línea con las historias de vida cortas del análisis narrativo, la persona-en-rol es capaz de narrar su historia de vida en el rol asumido y ser fuente de información única, mostrando desde esa posición la compleja relación existente entre el rol, su vinculación con un desempeño organizacional en particular y la comunidad de la que forma parte a partir de colocar como foco de la investigación los eventos, las experiencias y sus consecuencias en el contexto en el cual estos ocurrieron y en un periodo de tiempo definido.
6. Recolectando los datos en las historias de vida
A continuación, se detallarán las consideraciones y la preparación previa necesaria para realizar el trabajo de campo utilizando historias de vida y, luego, se presentarán las herramientas utilizadas para recoger las experiencias compartidas de los entrevistados.
6.1. Consideraciones y preparación previa
Una buena relación entre el investigador y el narrador de la historia es fundamental para la recolección de la data, por lo que distintos investigadores han señalado que, en la etapa de diseño de esta herramienta, se deben de tener en cuenta los siguientes temas claves:
6.2. Herramientas para recoger la data
De los diferentes métodos utilizados para recopilar información acerca de las historias de vida se puede apreciar que estos tienen usualmente 3 componentes: una exploración inicial con un protocolo-guía, el desarrollo de una línea de tiempo, y una entrevista semiestructurada de seguimiento para dar significado a los temas emergentes o relevantes surgidos como resultado de los componentes previos (Adriansen, 2012; Leung, 2010; McKeown et al., 2006).
Es importante destacar, como parte del protocolo al usar estos métodos, la necesidad de enfocar las preguntas a partir del rol que el entrevistado tiene en la organización, buscando que las experiencias narradas, así como los hechos, actores y eventos descritos, estén relacionados directa o indirectamente con la persona-en-rol, repreguntando o profundizando en la respuesta si esta relación no es clara para el entrevistador.
A continuación, revisamos los 3 componentes mencionados:
Sobre la manera de recopilar la información, el psicólogo Dan P. (2001; McAdams & Guo, 2015) plantea que, teniendo en cuenta que diversas investigaciones empíricas y teóricas proponen que la identidad de una persona es el resultado de la integración de diferentes evoluciones de una narrativa de sus propias historias de vida, la forma de recoger la data implica desarrollar un protocolo que refleje esta misma estructura con el propósito de trabajar una narrativa que pueda juntar, a partir de sucesivos eventos en el tiempo, distintas tendencias y particularidades en una historia más integrada, más completa y con propósito.
Con base en el protocolo desarrollado por McAdams (2016) se plantea la siguiente estructura, la cual tiene el objetivo de optimizar la narración de la vida de la persona:
Es importante que los narradores puedan delinear libremente aquello que identifiquen, dado que esto refleja sus percepciones subjetivas de lo que se está explorando y, además, permite al investigador profundizar su exploración al hacer preguntas del tipo: ¿qué ocurrió?, ¿qué significó para usted?, ¿qué relación tiene con…?, etc., buscando explorar los elementos y sus relaciones en esta construcción de significado, tanto a nivel personal como organizacional y contextual (Leung, 2010).
Figura 3. Diagrama de línea de tiempo
Fuente: adaptado de Leung (2010).
El uso de diagramas de líneas de tiempo permite incrementar las posibilidades de apreciar eventos emergentes, tanto en relación con el contexto como con las otras experiencias de la historia de vida, además de posibilitar una visualización no lineal del propio relato de vida, facilitando al investigador y al propio narrador la interacción entre la data recopilada, las preguntas y los eventos de la historia, sin estar obligados a seguir una secuencia lineal de eventos (Adriansen, 2012).
El uso de la línea de tiempo se complementa muy bien con el protocolo de la entrevista explicado en la etapa de exploración inicial, y permite el trabajo conjunto de la narración de los momentos y eventos clave con el dibujo de estos, además de constituirse a sí misma como una fuente objetiva de información acerca de qué y cómo se identificó una experiencia relevante en la narración de la historia de vida.
Tabla 2. Preguntas de entrevista por significados
¿De qué manera le ha dado sentido a esta experiencia? ¿Qué impacto tuvo la experiencia en usted? ¿Cómo ha cambiado debido a esta experiencia? ¿Qué nuevos significados, si los hay, han surgido en su vida de esta experiencia? ¿Hubo algún cambio en sus valores centrales, sus aspiraciones o su perspectiva de vida después de la experiencia? ¿Cómo se las arregló durante esta experiencia? ¿Qué o quién le ha ayudado? ¿De qué manera influyen estos recursos/capacidades en usted? ¿Qué cambió en su relación con otras personas después de esta experiencia? ¿Con quién? ¿En qué aspecto y cómo? ¿Cómo se siente acerca de este cambio? ¿Cómo ha marcado esta experiencia una diferencia en términos de quién es respecto de su calidad como persona? |
Fuente: Leung (2010).
7. Analizando las historias de vida
Luego de la recolección de data y de explorar la historia de vida de las personas, el investigador tiene a su disposición una gran cantidad de información resultado de las experiencias compartidas de un grupo relevante de personas para su investigación en transcripciones, grabaciones, notas de campo, diarios, bitácoras, anotaciones, etc., usualmente sin una estructura clara y coherente, más vinculada al proceso de recolección de data que al objetivo propio de la investigación. En este punto es bueno tener en cuenta que una investigación cualitativa es, por su propia naturaleza, algo mucho más complejo que el uso de ciertas herramientas de investigación que procuran responder una pregunta, constituyendo en realidad un proceso dinámico que busca constantemente vínculos entre problemas reales, teorías relevantes y los métodos utilizados (Bryman & Burguess, 1994).
Para esto es necesario tener un marco de análisis que permita trabajar sobre la información obtenida, de tal manera que reconozca la importancia de estas idas y venidas entre la identificación, el análisis y la interpretación; y que adicionalmente brinde oportunidades a la capacidad deductiva e inductiva del investigador para reconocer los patrones emergentes que den respuestas a las preguntas de investigación.
En esa lógica, las investigadoras Jane Ritchie y Liz Spencer (1994) desarrollaron un marco de análisis para investigaciones cualitativas relacionadas con la aplicación de políticas sociales que permite abarcar, a grandes rasgos, las preguntas y los objetivos que suelen plantearse en este tipo de investigaciones. Estas preguntas se pueden apreciar en la siguiente tabla.
Tabla 3. Preguntas de investigación en estudios cualitativos
Contexto |
Diagnóstico |
Evaluación |
Estrategias/planes |
|
Preguntas |
¿Cuál es la naturaleza de la experiencia? ¿Qué elementos operan dentro del sistema? ¿Qué actitudes y percepciones se manifiestan? |
¿Qué factores afectan ciertas actitudes y percepciones? ¿Por qué se tomaron o no ciertas decisiones? |
¿Cómo se alcanzaron los objetivos? ¿Qué barreras existieron? |
¿Qué es necesario hacer para ser más efectivo? ¿Qué estrategias se requieren para enfrentar los nuevos problemas? |
Fuente: Ritchie y Spencer (1994).
Este marco de análisis busca que el investigador pueda identificar y detectar el contenido necesario para responder las preguntas de investigación a través de la exploración, definición, ordenamiento, categorización, teorización y redefinición de dicha data, permitiendo un análisis sistemático y recursivo de la misma (Ritchie & Spencer, 1994). Este marco presenta 5 etapas, las cuales se resumen a continuación.
Es importante indicar que la identificación de estos códigos se puede desarrollar de una manera deductiva (a partir de teorías conocidas), inductiva (a partir de temas emergentes de la data recolectada) o mixta, y que es usual la utilización de softwares de investigación que permiten la identificación y codificación de segmentos de texto en las entrevistas transcritas. La información trabajada puede luego organizarse en matrices que relacionan las variables de investigación, los códigos utilizados y los segmentos de texto trabajados, lo que configura la base de datos de la data organizada. Cabe precisar que esta base de datos permite al investigador acceder después a la información para compararla, ordenarla y estructurarla con el objetivo de responder las preguntas de investigación.
Finalmente, con la información obtenida y con los resultados del análisis realizado se sugiere seguir la metodología planteada por Gioia (2013, 2023), la cual implica llevar a cabo inicialmente un análisis de primer orden que utiliza conceptos, temas y códigos centrados en la data compartida por el informante; luego, realizar un análisis de segundo orden donde se utilizan temas y conceptos centrados en el investigador y las preguntas de investigación; para finalmente, con el resultado de ambos análisis, desarrollar temas emergentes en dimensiones agregadas que interpreten en términos teóricos las experiencias de los informantes.
8. Reflexiones finales
El premio nobel, filósofo y poeta hindú Rabindranath Tagore escribió: «Solo hay una historia: la historia del hombre. Todas las historias nacionales no son más que capítulos de una más amplia». La historia de una organización y de sus inicios, su crecimiento, su impacto, y su desaparición y trascendencia, solamente puede ser entendida y explicada por las narraciones de los hombres y las mujeres que la crearon, formaron parte de ella y compartieron su vida juntos por un propósito común. Como investigador de historias de vida en organizaciones he podido notar el valor y la fuente de energía que representa para el narrador el compartir la historia del rol organizacional que le tocó vivir, su dar forma al significado de sus actos y decisiones en su aventura empresarial, y su entendimiento de cómo la institución se construye a partir de dichas historias.
Estas narraciones describen los procesos, las acciones y la toma de decisiones en los negocios. Entretejidas en las historias están las causas y explicaciones de la emergencia del liderazgo, la retención laboral, la fidelidad del cliente, el crecimiento y la expansión del negocio, el control y manejo de las operaciones y, en fin, de los elementos, las variables y los actores que, como investigadores, queremos analizar y explorar para proponer y predecir mejores desempeños organizacionales. Como tales, nos mueve el interés de reconocer la existencia de ciertas «recetas secretas» entrelazadas en las historias compartidas de la vida organizacional.
Con dicho propósito en mente, este artículo proporciona al investigador una serie de pasos y procesos que le permiten recopilar los datos de manera sistemática, lo cual facilita la conexión de historias que aparentemente son inconexas, pero que se encuentran íntimamente relacionadas, permitiendo así la interpretación de fenómenos organizacionales y el desarrollo de teorías. Asimismo, el utilizar la historia de vida de la persona-en-rol permite profundizar diferentes aspectos de la organización, dado que un mismo rol organizacional puede ser desempeñado por varias personas o que una misma persona puede asumir distintos roles en una organización, pudiendo así abarcar las complejas dinámicas de la vida organizacional, cuyo análisis se puede complementar con otros métodos y enfoques metodológicos, reconociendo finalmente que tanto la organización como el conocimiento sobre la gestión pueden y deben estudiarse e investigarse de esta manera (Short & Payne, 2020).
Por otro lado, la realidad empresarial en el Perú nos muestra que, a pesar de los vacíos institucionales formales e informales que definen el ambiente de los negocios en el país, se siguen creando emprendimientos y se sigue apostando por el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. El objetivo de este artículo fue ofrecer al investigador no solo una manera de acercarse y explorar el conocimiento intrínseco de lo que significaría gestionar un negocio en dichas condiciones, sino también compartir la importancia de poder brindar espacios y plataformas para escuchar las historias de las personas en estas organizaciones, los relatos sobre sus esfuerzos desplegados para mantener con vida el negocio, y también respecto de la necesidad de conocer los retos a los que se enfrentaron en su afán de hacerlo crecer y desarrollarse. Considero que mientras más historias de éxitos y fracasos organizacionales que reflejen el proceso de hacer negocios en nuestro país sean compartidas, se irán llenando poco a poco los vacíos institucionales y se podrá alcanzar una realidad empresarial diferente.
Bibliografía
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Adriansen, H. K. (2012)
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