RESUMEN
Este ensayo visual parte del análisis crítico desarrollado por Walter Benjamin sobre el modelo de experiencia perceptiva inaugurado por la cultura industrial, el cual influyó en la observación y el entendimiento de la realidad y de la producción de imágenes de los movimientos vanguardistas del siglo XX. De este modo, las fotografías seleccionadas se han registrado a lo largo de varios años con el objetivo de recuperar la experiencia de observación desde los umbrales, los cuales son entendidos como intersticios entre lo público y lo privado, entre afuera y adentro, entre el pasado y el presente. El objetivo final de este ensayo es recuperar a un espectador contemplativo, que desde un espacio «medio» puede representar el ocaso de espacios urbanos construidos gracias al triunfo del capital y la circulación de mercancías.
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En Infancia en Berlín hacia 1900, Walter Benjamin escribe una serie de recuerdos personales desde la niñez a la adultez que no se circunscriben a la descripción de un ámbito individual y cerrado, sino que nos animan a entenderlos desde una experiencia social más amplia. El autor ha construido los relatos enfatizando la deriva, señalando desde el principio que: «importa poco no saber orientarse en una ciudad. Perderse, en cambio, en una ciudad como quien se pierde en el bosque, requiere aprendizaje» (Benjamin, 1982, p. 15). Así, desde esta afirmación, podemos intuir cómo esta experiencia social que plantea Benjamin, no se constituye desde narraciones lineales, sino, más bien, desde la fragmentación, donde los tiempos pasado y presente se entremezclan. Benjamin continúa con estas indagaciones en su obra inacabada, Libro de los pasajes. Ahí, el autor analiza críticamente este nuevo modelo de experiencia perceptiva inaugurada por la cultura industrial, la cual influye, de forma simultánea, en la observación y el entendimiento de la producción de imágenes de los movimientos vanguardistas, que desarrollaron nociones como el montaje, el collage o la apropiación, apuntando a un nuevo tipo de percepción cercana a los orígenes de lo cinético durante el siglo XX.
Pero frente a estas nuevas maneras de narrar y observar la realidad y producir imágenes, Benjamin también nos anima a pensar en la experiencia de la observación desde los umbrales. Esta experiencia puede rescatarse dentro de la sociedad de consumo actual, donde la figura del flâneur capitalista está convertida en un consumidor exacerbado que deambula entre los espacios urbanos de las megalópolis contemporáneas para saciar sus fantasías: llenas de tecnología, espectáculo, iluminación, scrolleos de imágenes, yuxtaposición, inmediatez, etc. Situación que tiene su origen en la experiencia de percepción modernista, y que como señala Jonathan Crary al reflexionar sobre el análisis de Benjamin, es aquella en donde los espectadores nunca acceden a un objeto único; mirando desde la multiplicidad, en un continuo ejercicio de superposición entre objetos y deseos (2008, p. 40). Así, ante nuestros ojos, todo se encuentra en circulación y, por ende, aquí no hay espacio para la contemplación.
Es desde ahí que, como espectadores contemporáneos en espacios regidos por el capital, aparece la urgencia de rescatar la experiencia del umbral. Del «umbral» podemos decir que es entendido como un limbo entre afuera y adentro, entre lo público y lo privado. Es un intersticio que entra en declive con la modernidad, pero que Benjamin apela a conservar: «Nos hemos vuelto muy pobres en experiencias del umbral. Conciliar el sueño es quizá la única que nos ha quedado o prepararnos para despertar» (Benjamin, 2005, p. 495). Y esta experiencia social nos anima a pensar en la posibilidad de encontrarnos como espectadores contemplativos y mirar los espacios construidos, gracias al triunfo del capital, tal como señala Susan Buck-Morss: «como un cementerio de mercancías que encerraba el rechazo de un pasado descartado» (1989, p. 56).
Así, este ensayo visual, Observación desde los umbrales, está compuesto por un corpus de ochos imágenes fotográficas en blanco y negro. Estas son un intento de mantenerse en la delicadeza de ese «entre» compuesto por vidrios, acero, vitrinas, ventanas, animales vivos y disecados, grandes edificios, objetos, vestigios, reflejos, etc. Aquí el ojo, a través de la cámara, construye encuadres que incorporan elementos cotidianos de la urbe capitalista, donde a veces aparecen moles de cemento entendidas como tótems clásicos o elementos insignificantes que pasan desapercibidos. En la selección de imágenes, Observación desde los umbrales incluye varias fotografías hechas en algunas ciudades por las que pasó Benjamin, como Berlín o Fráncfort, pero también se extiende a otros espacios, como Róterdam, Bad Meinberg o Lima. Todas las fotografías se han producido entre los años 2008 y 2022.
Estas fotografías tienen el propósito de ser capturas de instantes que preservan una experiencia de observación desde y sobre el umbral, con la intención de detenerse y observar un espacio urbano contemporáneo, quizás en ocaso, caracterizado por la dinámica paradójica de la novedad y la repetición, que entran en un bucle constante (Buck-Morss, 1989, p. 388) y que tiene como fin mantener viva la fantasía de felicidad a través del consumo de mercancías, fetichismo y cosificación. Posicionar la mirada desde los umbrales es resistir y pensar en un posible declive de la dinámica del capital.
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Author
Paola Vela Vargas
Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Perú. vela.paola@pucp.edu.pe., Peru