Ejes de expansión urbana, geomorfología y calidad ambiental en la ciudad de Tandil, provincia de Buenos Aires, Argentina
Resumen
En los últimos cuarenta años, la Geomorfología ha encontrado numerosos campos de aplicación, entre ellos al planeamiento urbano. En el ambiente urbano de una ciudad de tamaño intermedio como Tandil, es sin duda fundamental el estudio de la relación que vincula al relieve y procesos geomorfológicos que hacen al emplazamiento de la ciudad, y la calidad ambiental de los ejes de crecimiento.
La ciudad de Tandil se emplaza al pié de las sierras del mismo nombre, y ocupa un lugar importante en el centro de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Se pueden diferenciar tres ambientes geomorfológicos que hacen al emplazamiento. Un marco serrano por el Sur, que ostenta la red de cursos de alta cuenca del Langueyú y donde la roca expuesta y los procesos de remoción actúan como límite al crecimiento urbano. Debido a ello las únicas residencias que allí se construyen son de categoría media a alta, con previsiones de construcción (zapatas en cimientos y doble encadenado) y propios pozos de agua.
Sobre el piedemonte extendido al norte de la sierra, se materializa la mayor parte del tapiz urbano cruzado por los valles de los arroyos Blanco y Del Fuerte (ambos entubados). Más al Norte se extiende un ambiente de llanura recorrida por el arroyo colector. Coincide con el eje de crecimiento urbano más importante; cuenta con residencias precarias, inadecuado equipamiento y servicio de agua y cloacas, terrenos de poco valor, usos de suelo rural-urbanos y problemas ambientales asociados a inundaciones y contaminación de aguas. Todo ello hace a la coincidencia entre el eje de expansión y el área de mayor riesgo ambiental de nuestra ciudad, hecho que requiere de una consideración urgente desde el planeamiento municipal.
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