El declive de los séquitos de los virreyes mexicanos del siglo XVIII: Tendencias y excepciones
Resumen
En este artículo, argumento que el volumen de los séquitos de los virreyes que llegaron a la Nueva España disminuyó durante el siglo XVIII, pero con marcadas excepciones. Mientras que los aristócratas de principios de siglo llevaban comitivas considerables, con el marqués de Casafuerte (1722-1734) se nota una tendencia hacia séquitos modestos, compuestos de una veintena de criados (es decir, asistentes o clientes). La llegada de Juan Francisco de Güemes y Horcasitas en 1745 reforzó esta tendencia, porque solamente su esposa, sus ocho hijos y quizás un puñado de criados lo acompañaron como resultado de un nombramiento anterior en América. Sin embargo, algunos virreyes casados con esposas de importancia social rompieron el esquema. Las virreinas tenían derecho a disponer de criadas y criados para su servicio exclusivo, lo que contribuía a aumentar sus séquitos notablemente. De esta manera, el marqués y la marquesa de las Amarillas cruzaron el Atlántico con su hijo y sesenta y seis criados y criadas a mediados de siglo, mientras que treinta y tres criados y criadas viajaron con el marqués de Branciforte y su esposa María Antonia de Godoy y Álvarez de Faria en el año 1794. El patronazgo virreinal disminuyó a lo largo del siglo, pero con importantes contracorrientes.