La ciencia en sí misma y la ciencia en nosotros: en torno al rol de la epistḗmē en el Fedro
Resumen
La visión del τόπος ὑπερουράνιος en el Fedro se describe a partir de tres contenidos: la justicia (δικαιοσύνη), la sensatez (σωφροσύνη) y la ciencia (ἐπιστήμη). Solamente de esta última se brinda una mayor precisión (247d6-e2). En “‘Der Geistcharakter des Überhimmlischen Raumes’. Zur Korrektur der herrschenden Auffassung von Phaidros 247c-e”, W. Schwabe mostró que este pasaje distingue necesariamente la ciencia “en lo que es” de la ciencia “en lo que ahora denominamos seres”, y que esta última remite a la ciencia como práctica humana de adquisición y transmisión de conocimiento. Luego de revisar sus principales argumentos, examinaré esta distinción en el diálogo completo, especialmente respecto de la ciencia “en lo que ahora denominamos seres”, en dos momentos: 1) el resultado de la visión de la ciencia como memoria, μνήμη, cuando el alma regresa al ámbito sensible, así como su recuperación en la relación erótica (ambos temas de la palinodia) y 2) la forma como se relacionan memoria y ciencia en la transmisión del conocimiento, en la crítica de la escritura. La identificación de la ciencia con la “semilla inmortal” contenida en los discursos del dialéctico (276e5-277a4) se vinculará al análisis de la procreación en la belleza en el Banquete y se mostrará que la ἐπιστήμη, en tanto contenido de los λόγοι, expresa la relación dinámica entre las ideas. La diferencia entre la “ciencia en sí” y la “ciencia en nosotros” exige, por tanto, concebirla como un “rasgo estructural” del ámbito eidético, del mismo modo que la justicia en la República (500c3-4) y, cabe suponer, la sensatez.