¿Más de lo mismo? El retorno al congreso bicameral
Resumen
Luego de la desaprobación del bicameralismo en el referéndum del 9 de diciembre de 2018 todo indicaría que se perdió la oportunidad de un cambio importante. El proyecto sometido a referéndum era bastante malo. Por ello su no aprobación no es tan mala noticia. Abre la oportunidad a una reforma más consistente y técnica. Lo cierto es que a veces más de algo malo suena a algo peor. Más congresistas puede, para algunos, parecer aterrador. Sin embargo, hay muy buenas razones para creer que un congreso bicameral, incluso con más congresistas que los actuales, es mejor que uno unicameral con menos congresistas. En el presente artículo, los autores analizan cómo el bicameralismo permite que las normas sean promulgadas por grupos que representan a la mayoría de la población, producto de un mayor consenso político.
Permite que se emitan normas de mayor calidad, consecuencia de un mejor proceso de escrutinio y reflexión. Curiosamente, aumentar los costos de transacción en el proceso de dación de leyes reduce el número de leyes y mejora la calidad de las que se emiten. Un congreso bicameral genera incentivos para que los miembros de las cámaras bajas y superiores cumplan sus funciones adecuadamente, sobre todo cuando el sistema de elección se basa en circunscripciones pequeñas (distritos uninominales para diputados y binominales para senadores).
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