Al calor de un disenso
Resumen
En el arbitraje los disensos no suelen ser bien vistos. Se sostiene que debilitan la autoridad de los laudos y, con ella la del arbitraje, sirviendo en los hechos solo para la promoción de la carrera, o el desfogue del ego, del árbitro que no logró convencer a la mayoría. En este artículo, el autor va contra la opinión preponderante y hace una defensa de la utilidad del voto disidente como un elemento que –incluso cuando permanece solo como pura posibilidad– sirve al buen funcionamiento del tribunal como “una mente de a tres”.
En ese sentido, el artículo relativiza la estadística que suele usarse para argumentar contra el disen-so arbitral, analiza los diferentes tipos de votos disidentes y cuestiona los estándares con los que una importante corriente doctrinaria sostiene se debería limitar y medir a la institución. En su lugar, propone un sistema en el que “cada voto disidente es el mejor juez de sí mismo” y donde los controles de los disensos sean solo ex post y de mercado.