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Anthropía está abierta a recibir toda producción académica (artículos, reseñas y crónicas) afín a las Ciencias Sociales y Humanidades que plantee y señale cuestiones y/o hallazgos  importantes para el debate académico. Dichos trabajos pueden estar localizados tanto en territorios nacionales como internacionales, en relación a distintas áreas: urbanas, amazónicas, andinas, etc. Asimismo, Anthropía está dispuesta a recibir fotorreportajes que visibilicen problemáticas sociales en diversas localidades y tiempos.

Es necesario remarcar que cada número de la revista corresponde a un dossier que pretende abordar una temática en específico vinculada al contexto actual. En ese sentido, en Anthropía se reciben tanto producciones que guarden relación con dicha temática; como también, trabajos que traten enfoques, temas y hallazgos diferentes al del dossier.

Las personas interesadas deberán enviar sus textos y/o fotorreportajes (con previa revisión al cumplimiento de las Normas para Autores)  a convocatoria.anthropia@gmail.com. De igual manera, podrán recibir mayor información al escribir en dicha dirección de correo.

Dicho sea lo anterior, la convocatoria que está abierta en estos momentos es la siguiente: 

 

Dossier Género e interseccionalidad

Fechas para la recepción de textos: 24 de octubre del 2022 al 8 de enero de 2023.

Dentro de la disciplina antropológica, el género fue inicialmente concebido como un conjunto de pautas de comportamiento diferenciado para hombres y mujeres, el cual emergería directamente de las diferencias en las funciones reproductivas. Eventualmente, esta perspectiva del género fue desafiada por otras que lo definieron como un conjunto de pautas y expectativas de comportamiento que se construyen y asignan a las personas culturalmente, tomando como base las diferencias sexuales humanas biológicas (hormonales, genéticas y anatómicas).

Gracias al método etnográfico, la Antropología ha evidenciado que cada sociedad posee un entendimiento diferente sobre lo que es femenino o masculino; es decir, que no existe un hombre o una mujer universal, sino que aquello incluido en tales categorías varía, sustancialmente, en cada sociedad y momento histórico. Más aún, diversas sociedades reconocen otras variedades dentro del espectro más allá de la división binaria.

No obstante, en las últimas décadas, los debates en torno a lo que se entiende por género han continuado. En contraposición a estas visiones predominantes en la Antropología, se han articulado discursos críticos que parten de la premisa de que no existe una “verdad natural” sobre los cuerpos (Fox Keller, 2002). Esto debido a que la producción de dichas explicaciones, sostenidas en principio por comunidades científicas, está mediada por los discursos, prácticas y presuposiciones sobre el género que predominan en la sociedad (Butler, 2006). De este modo, se terminan creando verdades sobre el género y la sexualidad que los individuos incorporan y toman como base para remodelar su entorno cultural. Por lo tanto, el reto para la disciplina es evidenciar y desestabilizar los diferentes discursos que intentan naturalizar verdades universalizables sobre los cuerpos. Para ello, se deberá poner mayor atención a cómo y con qué objetivos estos son movilizados en cada sociedad.

Como revista, partimos de la perspectiva de que el género es un eje central en los modos de organizar la vida social y sobre el cual se construye una relación desigual entre hombres, mujeres y diversidades. No obstante, consideramos que el género es solo uno de una multiplicidad de ejes que conforman las estructuras de poder y dominación que determinan la redistribución desigual de los recursos, derechos y responsabilidades (De Barbieri, 1993), como también del ejercicio de la violencia y la disciplina. Por lo tanto, nos aproximamos a esta categoría desde la perspectiva de la interseccionalidad. Partiendo de los postulados de Kimberlé Crenshaw, quien plantea la necesidad de adoptar un enfoque integrador de las diferentes formas de desigualdad, consideramos que no es posible analizar el género como una categoría de experiencia y análisis cerrada que excluya otras, como raza, clase social, etnicidad, edad, orientación sexual, capacidad, entre otras. Sin embargo, para integrar estos ejes de diferenciación y opresión, es necesario trascender la fórmula de suma de desigualdades, ya que estas categorías interactúan entre sí de maneras particulares, aún en cada individuo. No basta con incluir a las mujeres y diversidades en estructuras analíticas ya determinadas, sino que se debe hacer un esfuerzo por comprender las relaciones que se desarrollan entre las desigualdades de acuerdo con el grupo social en cuestión y al momento histórico en que estas tienen lugar.

Desde Anthropía, buscamos que este Dossier sea un espacio en el que lxs estudiantes puedan compartir, a través de artículos, crónicas, reseñas, entrevistas y fotorreportajes, sus reflexiones, problematizaciones y experiencias a partir de su rol como sujetxs sociales. En este sentido, proponemos que lxs futurxs autorxs puedan pensar, elaborar sus textos y contenidos desde una perspectiva antropológica (o de las Ciencias Sociales) crítica que contribuya a visibilizar y cuestionar las diferentes formas de opresión y exclusión humanas, tomando en cuenta tanto el contexto y situación sin priorizar una sobre otra.