Significación del cubismo orgánico de Jacques Lipchitz desde la teleología de la cultura de Juan Larrea
Resumen
En 1954 se inaugura una gran retrospectiva en Nueva York sobre la obra de Lipchitz. Juan Larrea ve la celebración de esta exposición como un momento oportuno para dar a conocer sus ideas sobre teleología de la cultura por medio de su Carta abierta a Jacques Lipchitz. En opinión del poeta, la obra de su amigo atesoraba una cualidad profética —como la suya propia— dado que no se conformaba con representar la realidad, sino que aspiraba a revelar una más elevada y transparente. Este texto presenta los motivos por los que Larrea consideraba la obra de Lipchitz profética y reveladora de los nuevos tiempos, al tiempo que expone la propia consideración de Lipchitz al respecto. El propósito de estas páginas es presentar el modo en que Larrea se apropia de la significación de la obra del escultor y la incorpora a su particular interpretación cultural. No dejaremos de poner en relación todo ello con las ideas palingenésicas imperantes a inicios del pasado siglo en un marco estético-político, consideradas por Roger Griffin como decisivas para comprender el desarrollo estético de la primera mitad del siglo XX. Por último, se resalta el hecho de que a pesar de que Larrea concede la primacía en el campo de las artes plásticas a la obra de Lipchitz —así como a la de Picasso—, sus escritos teóricos se posicionan, en último término, a favor de un arte no figurativo.